Quizá tengas niños. O amigos con niños, o familiares con niños. Y no querrías verles traumatizados por las matemáticas. Como más vale prevenir que lamentar, aquí puedes encontrar algunas ideas para el día a día. Ojalá sirvan de ayuda; son sencillas y concretas, para todos los públicos. También tienes un vídeo resumen, para que puedan llegar a más gente, y una colección de enlaces útiles.
Vídeo resumen (duración 1:45)
https://www.youtube.com/watch?v=K4PsFR-7Jyw?rel=0
Para todos:
1. Nunca le digas «yo odiaba las matemáticas» (aunque lo hicieras).
Probablemente nunca le dirías «yo odiaba leer», pero por desgracia la ansiedad por las matemáticas resulta más habitual. Si tú mismo las criticas, será difícil que el niño tenga una actitud positiva hacia ellas. Y lo que es peor, estarás dándole una excusa para rendirse a la primera dificultad.
2. Hazle ver que está rodeado de matemáticas.
¿Cuántos minutos faltan para entrar en el cole? ¿Por qué las arañas esperan en el centro de su tela? ¿Por qué el frutero apila así las naranjas? ¿Por qué los aerogeneradores tienen tres palas? Muéstrale que en su día a día hay matemáticas por todas partes… y acostúmbrale a saber verlas.
3. Intenta que cada día piense en algún problema.
Si ya intentas dedicar un rato cada día a la lectura, ¿por qué no haces lo mismo con las matemáticas? Puedes inspirarte en Bedtime Math, que propone un problema matemático cada día, o en alguno de los muchos blogs que proponen actividades para Infantil o para Primaria.
4. Anímale a no rendirse cuando se atasque.
Todo el mundo se cae alguna vez cuando está aprendiendo a montar en bicicleta. Pero nadie deja de intentarlo por ello y, tarde o temprano, lo acaba consiguiendo. Mantente a su lado, intenta que pedalee solo y ayúdale cuando lo necesite.
5. Fomenta que sepa seguir un método y también usar su creatividad.
Las matemáticas no consisten solo en seguir una receta. Como en la cocina, hay que saber hacerlo, pero también es bueno experimentar y conseguir resultados comestibles. Encauzar su creatividad puede ser tan necesario como enseñarle a seguir instrucciones.
6. Enséñale cómo resolver problemas.
Dale herramientas para resolver problemas: Primero, entenderlo y familiarizarse con él. Segundo, buscar estrategias y diseñar un plan. Tercero, elegir una estrategia y ponerla en práctica. Por último, aprender de los aciertos y errores.
7. Transmítele la importancia y utilidad de las matemáticas en la Historia.
Seguro que conoce un montón de pintores, escritores o músicos que han dejado huella. ¿Y algún matemático? Puedes usar una fecha importante para hablarle de matemáticos que nacieron o murieron en ese día, tirar de la lista de matemáticos importantes de la Wikipedia o consultar Mujeres con ciencia.
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Nota 1: Esta entrada ha sido incluida por la Junta de Andalucía en su Escuela de familias.
Nota 2: Esta entrada se pudo votar en Menéame. ¡Gracias!
Nota 3: Esta entrada ha llegado al Olimpo en Divoblogger. ¡Gracias!
Nota 4: Esta entrada participa en la Edición 5.6: Paul Erdős del Carnaval de Matemáticas, cuyo anfitrión es este mismo blog.
Para saber más:
Como hay gente que sabe mucho más que yo sobre educación matemática, los anteriores consejos son una selección y adaptación de algunos de los que he podido encontrar buscando información sobre el tema. Quizá tú tengas otras ideas, que puedes aportar en los comentarios.
Muchos de estos consejos (si no todos) son extensibles a otras ciencias. Por desgracia, no resulta fácil encontrar información al respecto en español… y buena parte de la que hay son versiones en español de materiales provenientes de Estados Unidos. Uno de ellos es Cómo ayudar a su hijo con las matemáticas, que incluye actividades y se puede descargar también como libro en pdf.
Otro material interesante son los Consejos para padres: Las matemáticas de The Learning Community. Y en la versión española de BabyCenter puedes leer el artículo Cómo lograr que tu niño ame las matemáticas.
Más centrada en la resolución de problemas están Cómo enseñar a los niños a resolver problemas de matemáticas, del Departamento de Orientación del Colegio San Vicente de Paúl de Gijón (incluye muchos enlaces), y Taller de Problemas de matematicas para Primaria, de Orientación Andújar.
Para terminar con los materiales en español, quizá te interese el libro de texto para primero de Primaria que acaba de preparar mi compañero Pedro Ramos.
Ya en inglés, te recomiendo las Maths tips de schoolatoz (un departamento del gobierno de Nueva Gales del Sur) y el artículo How to get reluctant children to embrace maths de gulfnews.com.
Imágenes:
Todas las imágenes utilizadas tienen licencia Creative Commons.
La imagen de dos chicas tapándose la boca una a otra es de Anaïs, en Flickr. La imagen de un padre apoyando a su hija antes de que comience a montar sola en bicicleta es de Robin Skibo-Birney, en Flickr. La imagen de la tela de araña es de Ruth Wilkinson, en Flickr. La imagen de la señal indicando varios caminos es de hockadilly, en Flickr. La imagen de una línea en un mapa de metro con todas las paradas llamadas Error es de Nick Webb, en Flickr. La imagen de una mujer resolviendo un puzzle con un niño es de Mitch, en Flickr. La imagen de Grace Hopper en la estación de control de la computadora UNIVAC I es de Chris Monk, en Flickr.
En el vídeo, los números son de horse50, en openclipart. La imagen de la serpiente es de artbejo, en openclipart. La imagen del sapo es de TheresaKnott, en openclipart. La imagen del libro abierto es de egore911, en openclipart. La imagen de los puentes de Königsberg es una adaptación propia de la de Bogdan Giuşcă, en Wikimedia Commons. La imagen de Fourier es de Eusebius, en Wikimedia Commons. La imagen de símbolos y números matemáticos es de Averater, en Wikimedia Commons. La imagen de símbolos de colores es de Riba, en Wikimedia Commons.
Hay un libro que se llama el teorema del loro, que tampoco es que sea una maravilla en cuanto a historia (bastante simplona) pero me fascinó por la manera que tenía el señor Ruche de contar las matemáticas a sus nietos (de hecho es el motivo principal de Guedj para escribir ésta novela).
Pienso copiar parte del estilo y alguna de las lecciones, para cuando mis peques tengan edad suficiente para entenderlas. Y me apunto BedTime math 🙂
Buenas:
Mirando, mirando he llegado a un vídeo de regletas cuisenaire que yo no llegué a usar, pero que había por mi casa cuando era pequeño… de mis hermanos:
http://www.tocamates.com/regletas-cuisenaire-en-primaria-y-secundaria/
El caso es que estoy en discusión con el colegio de mis hijas porque quieren introducir aplicaciones para tablets como herramienta transversal en 5º de primaria para todas las asignaturas y a mí me parece una salvajada, creo que los métodos de tocar y manipular son el paso primero para despertar la curiosidad.
Estoy leyendo un libro, que habla lo contraproducente que pueden ser las nuevas tecnologías en la educación de nuestros hijos y la verdad que estos métodos tan «manipulativos» me parecen un soplo de aire fresco…
Me he ido un poco del tema pero no sé si tienes opinión al respecto.
Saludos y muchas gracias
@2 Luis: No soy un gran experto en el tema, así que le he pedido al autor de la entrada que mencionas que te dé él su opinión. La mía es que las nuevas tecnologías no son malas de por sí y el problema es, más bien, el mal uso que se pueda hacer de ellas. Se pueden hacer maravillas con programas como Scratch (puedes echar un vistazo al proyecto MATCH, programando matemáticas con Scratch). Pero también se pueden diluir tanto los contenidos que el niño termine por perderse en las formas.
Muchas gracias a ti por estar ahí.
Muy buen artículo David, estupenda colección de links.
Gracias Luis por recomendar el vídeo de las regletas, creo que se puede sacar mucho provecho de las nuevas tecnologías, mucho, pero que una vez más su implantación en la escuela es sospechosa de buscar favorecer otros intereses, no solo los educativos.
Sobre los materiales manipulativos ¿qué puedo decir? conviene utilizarlos para apoyar nuestras explicaciones y nuestro pensamiento. Nos ayudan a resolver problemas y a visualizar propiedades y relaciones. En todo caso no conviene olvidar que las matemáticas se acaban haciendo con la mente, que es una actividad cerebral y que es hacia la cabeza hacia donde debe ir todo. Pero no por una sola vía: los ojos, el oído, las manos… y por la boca, conviene hablar de ellas, conversar, explicarnos y explicarlas.
Un saludo
Estoy de acuerdo con lo que dices.
Creo que no son malas por sí. Pero también creo que en niños de ¿10? años emplear como se usa el cuaderno y lápiz una tablet o un Ipad… no tiene que ser necesariamente bueno por sí mismo. Creo que si eso se pone «de moda» no debe ser bueno. Creo que no hay estudios concluyentes sobre el uso de estos instrumentos y sinceramente, prefiero que usen a sus hijos como conejillos de indias.
Es como lo de Baby Einstein y la estimulación precoz…
En fin, me lo planteo a nivel padre… todo son dudas y prefiero un ábaco de verdad que una aplicación molona de un ábaco en el Ipad.
He reenviado esta entrada a todos lo padres… ¡que aprecio! ji ji ji
Saludos!
Agregaría como consejo el leerle las historias del hombre que calculaba antes de que crezca.
Uh ju ju…
En mi experiencia, el mayor problema está en resolver los problemas y esto se suele deber a un problema de comprensión lectora. La solución a esto es, simplemente, animar a leer. Que lean lo que quieran, pero que lean.
¡Qué buen artículo! Yo sinceramente creo que los niños son curiosos por naturaleza, y que las matemáticas pueden resultarles muy apasionantes.
Uno de los problemas de fondo es que hemos olvidado un poco la importancia y el placer del saber y de aprender, per se. Las matemáticas -y buena parte de las materias- han pasado a ser vistas simplemente como parte de las obligaciones a cumplir para tener un buen expediente académico que nos permita tener un buen trabajo. Desde este punto de vista cualquier asignatura va a resultar terriblemente aburrida, y si encima tiene un punto de dificultad…pues simplemente odiosa (en lugar de verse como un reto o desafío). Qué lejos estamos de la ‘Utopía’ de Thomas Moore, en la que en la descripción de una sociedad ‘ideal’ se dice que sus habitantes son estimulados a realizar, en su tiempo libre, actividades que desarrollan la actividad y la inteligencia, como lectura, juegos matemáticos, etc.
Respecto todo el tema de la tecnología, creo que un lápiz y un papel son más estimulantes que una tablet, cuya utilidad no le niego a la hora de hacer lo que no sé hacer yo bien: dibujar una figura en el espacio, hacer una simulación, etc. Un saludo!
Tendremos que mentir muy bien porque, obviamente, a los adultos no es que nos gusten mucho las mates precisamente.
Hola
Es un artículo que considero excelente, en el que explica de una forma clara y sencilla las pautas fundamentales, para que los peques, se sientan a gusto en el fascinante mundo de las matemáticas, que nos rodean constantemente.
Saludos
¡Excelente artículo! Muchas gracias. Los niños son un polo con las matemáticas, o les gustan o las odian. Estos datos están increíbles para usar con un niño, el reforzamiento positivo es
lo más ideal a la hora de hacer que un niño pruebe con algo que no le agrada de a mucho. Para complementar el aliento a las matemáticas siempre intento usar un juego, algo que incentive a los niños a sumar o multiplicar de forma natural. Recomiendo este juego de cartas que encontré hace poco https://juegosconcartas.com/tipos/skyjo/ lo puedes jugar con varias personas, jugar este juego hará que los niños sean más consientes de lo presente que la matemática está en sus vidas, y que eso es genial
Impresionante reflote de entrada, que la verdad no importa porque es un tema universal y atemporal, al menos en los tiempos que nos ha tocado vivir.
Yo diferenciaría, al menos parcialmente, el hecho de «ser capaz de resolver problemas matemáticos», y de que «te gusten las matemáticas.» El ´título de la entrada lo resuelve bastante bien, no hace falta que te gusten, pero si no las odias ya hemos ganado algo (a mí las ciencias sociales nunca me gustaron especialmente, pero tampoco las odiaba, pues un poco eso).
A mí sí me gustaban las matemáticas, imagino que un poco mezcla de que de manera natural se me daban más o menos bien; y luego en forma de reto: Ahí tienes un problema que tiene solución, en tu mano está encontrarla. Es lo mismo que un sudoku, un puzzle, o una sopa de letras. Y luego que muchos problemas matemáticos admiten distintos caminos para su resolución única, es algo que siempre me fascinó.
A cambio, siempre odié explicar matemáticas a quien le gustaban menos que a mí o se le daban peor (mi hermana pequeña). Me desesperaba.
Hoy, tengo un hijo de 8 años a quien ayudo cuando toca, con los deberes. Y me toca hacer de tripas corazón, no porque se le den mal (aún no lo sé), sino por la diferencia de edad… Y no me está resultando fácil.
Por mi parte intento los dos enfoques. Primero, el de las «herramientas», y siempre le digo lo mismo:
– Un tercio del problema, es entender bien lo que están pidiendo. Entender bien el enunciado y los datos, y exactamente cuál es la pregunta que hay que responder.
– El segundo tercio es resolverlo.
– El último tercio es hacer un repaso. Siempre. Da igual que sean deberes que un examen. Perdí la cuenta de cuantos exámenes salvé, aún dándoseme bien las matemáticas, por hacer un repaso en el cual localizaba un error de comprensión, o de cálculo.
El colegio enseña lo segundo y pone énfasis también en el primero. Yo le machaco con el primero y el último.
Después la motivación. Ahora está aprendiendo las tablas de multiplicar y claro, le da pereza. Yo le digo que el ser capaz de hacer cálculos de cabeza y rápidamente es muy importante, por ejemplo para ir a la tienda de chuches con unas monedas y que el tendero no te time con las vueltas. Lo ha entendido a la primera oye.
Y dentro de la motivación, siempre el pensamiento alternativo. En general veo que el colegio les enseña una manera de resolver un tipo de problema. Yo, una vez que lo ha resuelto de dicha manera, le animo a ver que hay otras maneras de hacerlo. Quien sabe, quizá las otras le resulten más sencillas de recordar, por la razón que sea, y le saquen de un apuro. Es como tener una caja de herramientas, cuantas más diferentes tengas a tu disposición, más probabilidades tendrás de afrontar un problema de bricolaje.
Gracias por todas las portaciones!