No suelo hablar de mí (ya te habrás dado cuenta) pero hoy voy a hacerte una confesión. Lo merece la ocasión, y quizá sirva para que estudiantes y profesores hagamos un poco de reflexión.
Yo podría haber estudiado Física.
Como tantos otros, llegué al último año de instituto con dos carreras en la cabeza. Tanto la Física como las Matemáticas me gustaban y se me daban más o menos bien, así que ambas empezaban aquel curso con las mismas posibilidades. Pero las Matemáticas lo terminaron claramente por delante… gracias al profesor de Física.
Un tipo peculiar que, por ejemplo, dividía la clase en «señoritas» y «membrillos». Y con el que la asignatura me dejó la incómoda sensación de haber seguido recetas sin entender lo que hacía. Es lo que quieren muchos de mis alumnos, a los que siempre digo que eso lo hace mejor, y más rápido, cualquier ordenador. Si no quieres que una máquina te quite el trabajo, más te vale hacer algo que ella no pueda hacer. Por ejemplo, pensar.
Por eso me hace una ilusión especial el premio a la entrada de la clotoide como la mejor de la XLVIII Edición del Carnaval de la Física.
Es un verdadero honor, porque en esta edición participaron 45 entradas de un nivel altísimo, escritas por algunos de los mejores divulgadores científicos en nuestra lengua. Mi enhorabuena y mi agradecimiento a todos los que intentan que la ciencia llegue a los demás.
Muchas gracias a todos ellos por acogerme en su casa, en especial a los que han encontrado interesante la entrada. Y, no me cansaré de repetirlo, gracias a todos los que leéis este blog. Por hacernos compañía en este viaje por las tierras de enseñar y aprender, compartir y sorprender, jugar y hacer pensar. ¡Gracias!
Justo lo mismo que me pasó a mí. La misma duda y la misma razón para decidirme. Durante mucho tiempo se me saltaba una lagrimita cada vez que leía algo sobre física cuántica 😀
Un abrazo, David
Los profes.
La oposición no es una buena forma de seleccionarlos. Las votaciones de los alumnos, tampoco.
Son imprescindibles para la buena formación de los ciudadanos de un país y les prestamos poquísima atención.
La inmensa mayoría de los que yo tuve eran muy malos, y sospecho que el nivel medio actual no es mejor.
¡¡Si consiguiéramos cambiar la calidad de la educación, si consiguiéramos interesar a profesores y alumnos en investigar qué significa educación, qué significa conocer y aprender, cómo pensar!!
El verdadero premio no es el que te dan los demás. El verdadero premio es disfrutar con lo que has pensado y escrito 🙂
¡Felicidades!
Abrazo
Muchos opositan nada mas que por tener un trabajo o porque no saben a que dedicar su vida, sin vocación alguna. Y puede que sea la única profesión en la que la vocación sea una necesidad indiscutible.
Recuerdo amargamente a un profesor de matemáticas en EGB que alguna vez nos tocaba la trompeta en clase. Y encima era autodidacta.
En FP no fué mucho mejor. Los profes eran buenos, pero estaban superquedamos y el odio que nos tenían era palpable en el ambiente. Soltaban la parrafada y se largaban; les importaba un carajo lo que saliera de allí.
¡Enhorabuena por el premio!; la entrada de la clotoide y tú os lo merecéis.
Saludos.
¡He escrito fue con tilde! Cara a la pared y con los brazos en cruz…
@1 Malapata: Muchas gracias. Me alegra ver que no soy el único y, conociéndote, me encaja perfectamente 🙂
@2 Javier Moltó, @3 rv: Sobre este tema podríamos hablar durante horas. Me temo que el problema no está solo en la selección, también hay un grave problema de inspección.
En ningún trabajo debería ser suficiente haber sabido hacerlo más o menos bien tiempo atrás, y en éste menos aún. Pero en nuestro país pocas cosas se reevalúan e inspeccionan. Y así nos va.
Gracias por ayudarme a disfrutar 🙂
Enhorabuena, David. Ya le dije «que le había quedado muy chula» la entrada. 😉
Malos profesores y también buenos, los hemos tenido todos. Es cierto que el término «bueno/malo» tiene algo de subjetivo en la percepción de cada uno. Pero para mí, que fui discente y también docente, buen profesor es aquel que siente una pasión por aprender y una necesidad interior de transmitirlo a los demás, y esto, generalmente se nota porque suele despertar en sus discípulos esa inquietud. Esta cualidad la he encontrado yo también en personas que no eran docentes profesionales.
Felicidades por transmitirnos esa necesidad de aprender.
Los comentarios sobre la educación interesantísimos. Hay mucho por hacer. Deberíamos empezar ya. Hay cosas que no son las más importantes pero que son muy fáciles de cambiar y no sé por qué motivo no se hacen ya. Quizás ya lo he citado alguna vez, pero mis profesores de Análisis Matemático fueron los mejores del mundo. Por muchos motivos, pero también por su forma de evaluar. Dividían en cuatro preguntas los exámenes. Cada profesor se encargaba de elaborar la redacción y solución de una de las cuatro preguntas. Cada pregunta era sometida a la evaluación y crítica constructiva de los otros tres. Y una vez realizados los exámenes cada profesor sólo corregía la pregunta de la que se había encargado. Finalmente uno de los cuatro sumaba los puntos y anotaba la nota del examen.
Y disculpe, David. Lo primero era felicitarle. Creía que ya lo había hecho esta mañana. De hecho, le había felicitado también por hacernos creer que su entrada sobre la clotoide era de física en lugar de matemáticas. 🙂 . O quizás sea un problema de física que resuelven las matemáticas… Y gracias por contarnos anécdotas personales tan interesantes.
@8 DavidVR @9,10 José ÁngelÁngel: Muchas gracias a los dos, por la enhorabuena y por participar con siempre interesantes opiniones.
Hola David, hoy me has recordado a mi abuelo, que en paz descanse. Nació y vivió como agricultor y ganadero en un pueblecito de la Sierra de Gredos (Ávila). Desde muy joven fue un gran aficionado a las matemáticas, de hecho se compró su primer libro de matemáticas a principios de los años veinte, algo muy poco frecuente para la época y el entorno donde vivía. Es la imagen de mi abuelo la que me ha venido a la cabeza al leer esta entrada, cuando me decía «no te rindas nunca aunque el problema te parezca imposible de resolver, el que la sigue, la consigue y nunca es tarde si la dicha es buena». GRACIAS en mayúsculas David, por haberme recordado a mi abuelo y felicidades por el premio, sobre todo por la satisfacción de haberte superado y haberlo conseguido.
@12 Alfonso Marcos: Uno escribe estas cosas como buenamente puede y se encuentra con regalos como tu emocionante comentario. ¡Gracias a ti por darnos un motivo más para recordar a nuestros abuelos!
Yo también te doy las gracias Alfonso Marcos. Me ha gustado mucho el comentario y me da pena no poder conocer a tu abuelo. Hay tantas personas increíbles de las que nunca tenemos conocimiento. Gracias.
Soy profesora de física y química desde hace 37 años y eso ha sudo mi caballo de batalla desde siempre «que piensen y no rellenen recetas». Los profes que dejan que los alumnos pongan fórmulas de memoria sin entender de donde salen, no saben el mal que están haciendo. Enhorabuena por tu blog y las entradas son magníficas
@15 Melli toral: Por suerte también hay profesores como tú. ¡Gracias!